Si el momento muriese,
yo moriría entre tus brazos
como muere un hada al ser olvidada,
con el roce de tus alas despertases
al hombre, despertaste la pasión,
excitante sensación sentirse vivo de nuevo.
Tus labios me parecieron un gran velero en el cual navegar podría toda una vida y
el mar tu cuerpo, inexplorado, salvaje, virgen, ¿cómo navegar en mar de tormento?
Si no puedo echarme a la mar, lloro sentado en mi deseo de volar.
Volar cerca de tu corazón y enredarme entre tu pelo, ser viento y empujarte entre mis
corrientes y ser brisa para acariciarte, ser gota de agua para mojar tu cuerpo y
verte mirar a través del cristal, llover cerca de ti y mojar tu ropa para secarme con tu
cuerpo.
Ser secreto de tu boca y ser tu mano para jugar contigo entre sabanas,
y en ese final ser aliento de pasión, en tu imaginación por un solo instante ser el hombre
navegante que viento, agua y secreto quiso ser y por un instante fue hombre de nuevo y no
murió entre tus brazos pero estuvo cerca, gracias hada
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